Entre las mujeres embarazadas diabéticas, el problema más común cuando se trata de la salud de su bebé es la condición llamada “macrosomía” o tener un bebé con cuerpo grande. Esto se debe a que la sangre de la madre con diabetes se intercambia con la del bebé dentro del útero. Como resultado, el bebé producirá insulina para ser capaz de afrontar la glucosa y esto dará lugar a depósitos de grasa, lo que hace que el bebé crezca más grande en comparación con los normales.
Lo que puedes hacer
Para un estilo de vida saludable durante el embarazo, es ideal mantener un aumento de peso adecuado, con el consumo de varios alimentos de diferentes grupos de alimentos, suplementos vitamínicos y minerales oportunos y prescritos y mucha ingesta de líquidos. Los dulces y grasas también deben mantenerse a un nivel mínimo de consumo. Las siguientes son sólo algunas de las directrices que las mujeres embarazadas con diabetes pueden utilizar para lograr un embarazo saludable a pesar de la enfermedad crónica:
1. Siga el plan de dieta apropiado religiosamente. Más que nunca, las mujeres embarazadas deben prestar atención a lo que comen y sus patrones de alimentación en general. Esto es muy importante porque cada etapa del embarazo en sí requiere un control estricto de los niveles de glucosa en la sangre para asegurar que tanto la madre como el bebé estén recibiendo la cantidad correcta de nutrientes clave necesarios. Para llevar un plan de dieta adecuada, lo mejor es buscar la ayuda de un especialista de la diabetes o un dietista con licencia para recomendar los ajustes necesarios para dar cabida a las necesidades no sólo del feto dentro de la matriz sino también de la madre. En su plan de alimentación, tome nota de los requerimientos de calorías, carbohidratos y proteína todos los días porque estos le ayudarán a mantener sus niveles normales de glucosa en la sangre.
2. Llevar uncontrol regular de la glucosa en sangre o SMBG. Los expertos dicen que la única manera de saber si la mujer tiene éxito en el control de su glucosa en la sangre es controlando sus niveles por sí mismos con regularidad. Puesto que estar embarazada es una condición sensible, las madres deben controlar sus niveles de glucosa en la sangre con más frecuencia. Idealmente, el SMBG debe monitorearse de cuatro a diez veces al día.
3. Conocimiento en la administración de inyecciones de insulina y ajustar las dosis basándose en los resultados de SMBG. El suministro suficiente de insulina es crucial para las mujeres embarazadas por lo que deben saber cómo administrar inyecciones de insulina por sí mismos en caso de que no tenga a nadie alrededor cuando lo necesitan. También deben preguntar a su médico cómo ajustar las dosis de insulina después de que hayan terminado con el SBMG. Saber ajustar las dosis de insulina necesarias es muy importante para asegurar que el suministro de insulina por parte del cuerpo sea estable.
4. Tratamiento o control de la hipoglucemia. Las mujeres embarazadas que son diabéticas son más propensos a la hipoglucemia debido a los cambios hormonales en su cuerpo. Aunque los estudios demuestran que no hay efectos conocidos de la hipoglucemia en el bebé, lo mejor es controlarla o tratarla tan pronto como sea posible para que la mamá pronto no tenga problemas durante el curso de la concepción.
5. Mantener de manera regulara un conjunto de ejercicios o actividades físicas. Esto también es muy importante para las mujeres embarazadas con diabetes, ya que a través de esto se puede reducir el riesgo de hipoglucemia, así como el sobrepeso. Dado que es difícil para las mujeres embarazadas hacer ejercicios extenuantes, lo mejor es mantener un mantener un hobby que le permita estar en movimiento.